El business to consumer (B2C) en España es aún un modo comercial muy verde por una combinación de tráfico insuficiente de compradores, pero sobre todo por desconfianza. Muchos expertos y proveedores de acceso a Internet saben que los consumidores españoles compran en páginas de los Estados Unidos y no en portales españoles. Aunado a este curioso dato, destaca que los portales de comercio electrónico de nuestro país ofrecen servicios que dejan mucho qué desear, además de que la infraestructura financiera y el marco legal para las operaciones monetarias por la Red tienen carencias importantes. Pero en la medida que se avance en los terrenos de la confianza y la infraestructura de servicios online, las empresas en general podrán aprovechar el gran mercado en crecimiento que representa Internet.
En cuanto al business to business (B2B) el 2001 no estuvo nada mal para las compañías que lo usaron gracias a que las grandes empresas para mejorar su procesos, mantienen lazos de comercio electrónico con sus cadenas de distribución. Un informe publicado por Select IDC en marzo pasado, señalaba que era muy significativo que el 11 por ciento de las transacciones totales económicas del país, se realizan a través de medios electrónicos, es decir, a través de Internet. Por otra parte las franquicias económicas también se llevan su cuota de mercado, con un gran crecimiento en los últimos meses. Los datos corresponden a empresas españolas.
Recientemente el Banco Mundial publicó un informe sobre Prospectos Económicos Globales sobre el que analiza el tema del comercio electrónico en los países en desarrollo. Éste subraya que las grandes empresas, además de tener una fuerte presencia en la Red, realizan muchas de sus transacciones por este medio porque cuentan con el conocimiento, la confianza, capacidad tecnológica e infraestructura para soportarlo.
Sin embargo, la creciente aceptación de Internet como canal para realizar negocios se relaciona a la rapidez, transparencia y efectividad que provee: brinda reducciones al gasto por intermediación, ahorros en transporte, mejor conocimiento del mercado, mayores controles de inventario y aproximación a las técnicas de justo a tiempo o just in time. Las ventajas están claras, aunque la dependencia exclusiva de Internet no debería ser una opción.
Franquicias de Internet 